La carne de cerdo en la alimentación infantil

La buena alimentación es pilar fundamental para el crecimiento sano del niño. Si el niño está o no bien alimentado durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse, para socializar efectivamente y para adaptarse a nuevos ambientes, personas y situaciones. La alimentación es primordial y necesaria para un buen desarrollo físico, psicológico y social en los niños. Una buena nutrición juega un rol muy importante en la defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida.

La nutrición y la buena salud están directamente relacionados a lo largo de la vida, pero la conexión en aun más importante durante la infancia, siendo esta una etapa caracterizada por un crecimiento acelerado. En este periodo los niños adquieren buenos hábitos alimenticios en lo que se refiere a la variedad, el sabor, la calidad y cantidad de alimentos.

La leche materna es el mejor alimento que se le puede ofrecer a un recién nacido. No solo por su composición nutricional, sino por el vínculo afectivo que se establece entre la madre y el niño durante el periodo de lactancia. La leche materna contiene todos los nutrientes que el niño necesita durante sus primeros años de vida, pero a partir de los 6 meses de edad, los requerimientos nutricionales del niño cambian y se hace necesario incluir alimentos en diferentes preparaciones.

La alimentación sana y equilibrada para un niño debe estar constituida por alimentos variados y adecuados a la edad, teniendo en cuenta que se deben introducir poco a poco de acuerdo a las texturas, sabores, gustos y hábitos del infante.

Entre los alimentos que se deben incluir se encuentran las carnes (proteína de origen animal). En este grupo se incluye la carne de cerdo, la cual brinda proteínas de alto valor biológico, hierro, vitaminas del complejo B (tiamina, riboflavina, niacina), zinc y otros nutrientes.

A los 6 meses de edad se puede introducir la carne de cerdo en la alimentación del niño, debido a su buena digestibilidad, a su importancia nutricional, a su aporte de proteínas de alta calidad y micronutrientes. Se debe iniciar la ingesta de este alimento con una porción de 30 gramos de carne de cerdo cocinado por día.
La carne de cerdo tiene cortes muy magros (lomo, solomito, cadera, bola y centro de pierna), los cuales contienen entre un 2 -3% de grasa en su composición, su contenido de ácidos grasos monoinsaturados como el ácido oleico es mayor que el de ácidos grasos saturados, lo que resulta muy recomendable como parte integral de una alimentación saludable.

La carne de cerdo es una buena fuente de hierro y minerales necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y la formación de hemoglobina que transporta oxígeno en la sangre. Aporta Vitamina B1 o Tiamina, la cual tiene funciones importantes en el metabolismo de los carbohidratos y la correcta actividad del sistema neurológico.

El consumo de carne de cerdo se incluye en las guías alimentarias de muchos países, y en Colombia se encuentra incluida en las guías de alimentación recomendadas para la población colombiana del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y es indispensable en la alimentación de los niños a partir de los 6 meses de edad.

La carne de cerdo es un alimento muy versátil, que se puede utilizar en una gran variedad de recetas,
que deben ser atractivas para los niños de todas las edades, además su suave textura resulta más agradable y fácil de masticar para los niños, por lo que la hace un alimento ideal para incluir en todas las comidas del día.

La variedad y la moderación son dos principios orientados hacia la alimentación que deben utilizarse en la planificación de las comidas, en especial para los niños. Para asegurar que los niños estén comiendo los alimentos correctos debemos fomentar buenos hábitos de alimentación. Los niños necesitan una adecuada nutrición para que su potencial de desarrollo sea óptimo.

Durante la infancia, los hábitos alimenticios y el ejercicio pueden marcar la diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades asociadas a una mala alimentación y estilos de vida poco saludables.

Bibliografía

Kathelen Mahan y otros, Krause Dietoterapia, 13a edición. Las vitaminas hidrosolubles, Tiamina. Pag 74. 2008. Ed. Elsevier II. Florez, Carmen Elisa y otros. Desnutrición infantil en Colombia. Documentos CEDE. Universidad de los Andes. Facultad de Economia.2001.

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