Los alimentos, una alternativa para reforzar tu sistema Inmunológico (Nota Corta)

La mejor forma de evitar deficiencias de estos nutrientes es incluyendo carne de cerdo en el plan alimentario de toda su familia. La carne de cerdo es rica en vitaminas del complejo B, especialmente B6, un nutriente esencial para la formación de nuevos y saludables glóbulos rojos y blancos. La cantidad de hierro aportada es significativa  en promedio 1.2 mg cada 100gramos. Asimismo, la carne posee en promedio 6.5 mg cada 100 gramos. Por ende en este proceso de defensas bajas, la carne de cerdo será nuestro aliado.

La carne de cerdo, fuente natural de nutrientes que fortalecen tu inmunidad

Mantener un sistema inmunológico fuerte es fundamental para prevenir enfermedades y proteger al organismo frente a virus, bacterias y otros agentes externos. En épocas donde el cuerpo requiere un mayor soporte nutricional —como durante los cambios de clima o después de procesos infecciosos—, la alimentación cumple un papel esencial. Los alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas de alta calidad son la base para reforzar las defensas naturales y mantener un buen estado de salud.

Una de las formas más efectivas de apoyar el sistema inmune es a través del consumo regular de carne de cerdo, un alimento que combina sabor, valor nutricional y accesibilidad. La carne de cerdo es una excelente fuente de vitaminas del complejo B, en especial la vitamina B6, indispensable para la producción de glóbulos rojos y blancos, que son las células encargadas de transportar oxígeno y defender el organismo frente a infecciones. Además, estas vitaminas contribuyen al metabolismo energético, ayudando al cuerpo a mantener la vitalidad y reducir la fatiga.

El hierro que aporta la carne de cerdo (alrededor de 1.2 mg por cada 100 gramos) es del tipo hem, es decir, de alta biodisponibilidad, lo que significa que el cuerpo lo absorbe con mayor facilidad que el hierro presente en alimentos vegetales. Este mineral es vital para evitar la anemia y fortalecer la respuesta inmune. A su vez, el zinc presente en promedio en 6.5 mg por cada 100 gramos de carne de cerdo, desempeña un rol crucial en la regeneración celular, la cicatrización y la activación de linfocitos, los cuales combaten infecciones y virus.

Además de estos nutrientes, la carne de cerdo contiene proteínas de alto valor biológico, que suministran todos los aminoácidos esenciales necesarios para la reparación de tejidos y la formación de anticuerpos. Su contenido de grasas monoinsaturadas también favorece la salud cardiovascular, ayudando a mantener un equilibrio metabólico adecuado para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.

Para aprovechar al máximo estos beneficios, se recomienda consumir cortes magros como el lomo, la pierna o el solomito, preparados de forma saludable: al horno, a la plancha o al vapor, evitando las frituras y los excesos de grasa. Acompañar la carne con verduras ricas en vitamina C, como el pimentón, el tomate o el brócoli, potencia la absorción de hierro y mejora la función inmunológica.

En conclusión, incluir carne de cerdo magra dentro de una dieta balanceada es una estrategia práctica y deliciosa para reforzar las defensas del organismo. Su aporte de proteínas, hierro, zinc y vitaminas del complejo B la convierte en un aliado natural para mantener un cuerpo fuerte, resistente y lleno de energía, especialmente en momentos donde el sistema inmunológico necesita un apoyo extra.

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