Las afecciones cardiovasculares son un conjunto de enfermedades que afectan directamente al corazón y más específicamente a los vasos sanguíneos y aunque existen muchos tipos de enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, muchas de ellas se pueden prevenir. Según la Asociación Americana del Corazón, dentro de estas enfermedades se encuentran: La cardiopatía coronaria, derrame cerebral, la hipertensión arterial, los ataques al corazón, entre otras.
Como se pueden dar cuenta se trata de un grupo diverso de enfermedades, que tienen diferentes causas, síntomas y tratamientos; me voy a referir a cada una de estas enfermedades, con sus causas, síntomas y tratamiento:
Cardiopatía Coronaria:
La Cardiopatía Coronaria, es un estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón. Una de sus principales causas es la aterosclerosis, que es el endurecimiento de las arterias como consecuencia de acumulación de depósitos de grasa, que generalmente están compuestos por colesterol, grasas, deshechos celulares, calcio, entre otros. El dolor o molestia en el pecho (angina) es el síntoma más común y se siente cuando el corazón no está recibiendo suficiente sangre u oxígeno. La gravedad del dolor varía de una persona a otra.
Se puede sentir como pesadez o como si alguien le estuviera comprimiendo el corazón. Se siente debajo del esternón, pero igualmente en el cuello, los brazos, el estómago y la parte superior de la espalda. Los factores de riesgo están relacionados con enfermedades como la diabetes, niveles altos de colesterol y obesidad, entre otros. Todos éstos se pueden prevenir manteniendo una alimentación saludable, la cual incluye alimentos altos en macronutrientes y bajos en grasas saturadas como lo es la carne de cerdo.
El Ictus (Derrame Cerebral)
El término ictus, del latín golpe, se utiliza para describir las consecuencias de la interrupción súbita del flujo sanguíneo a una parte del cerebro (isquemia cerebral, el 85% de los casos) o de la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral, el 15% de los casos). Cuando la sangre no llega de una manera adecuada, la función de la parte del cerebro que ha quedado afectada se puede alterar de forma transitoria o permanente.
De forma coloquial el ictus también se conoce como derrame cerebral, embolia, trombosis o apoplejía. Uno de los tipos de Ictus es aquel debido a la arteriosclerosis, que es una inflamación crónica de las arterias que provoca un endurecimiento y acumulación de placas de colesterol (placas de ateroma) en sus paredes, lo que favorece la formación de trombos. Los síntomas están relacionados con la alteración en el riego sanguíneo, los más comunes son pérdida súbita de sensibilidad o de fuerza en un lado del cuerpo. Pérdida de la capacidad de caminar, imposibilidad de hablar y alteraciones visuales; al igual que la cardiopatía coronaria, este tipo de ictus tiene que ver con niveles altos de colesterol, que perfectamente se pueden prevenir ,pues, tiene una estrecha relación con hábitos saludables y la ingesta de alimentos altos en complejo B.
La hipertensión arterial
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta. Los síntomas varían de individuo a individuo, pero en general puede presentar dolor de cabeza, náuseas o vómito, confusión, cambios en la visión, sangrado nasal, etc. Las causas pueden ser múltiples, entre ellas se encuentran: la cantidad de agua y sal que se encuentre en el organismo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos, malos hábitos alimentarios, la obesidad, entre otros. Estos dos últimos estrechamente relacionados con el tipo de nutrición que llevamos, pues, se deben incluir una variedad de alimentos saludables, bajos en grasa, colesterol, vitaminas y minerales (micronutrientes) como lo es la carne de cerdo.
Ataque al corazón
Generalmente ocurre cuando se obstruye el flujo sanguíneo a una parte del corazón a causa de un coágulo. Si este coágulo interrumpe el flujo de sangre por completo, la parte del músculo cardiaco que recibe sangre de esa arteria comienza a morir. Este coágulo puede ser de sangre o grasa. Algunos de los síntomas pueden ser: presión incómoda en el pecho, dolor o malestar en un brazo o en ambos, dolor en espalda, cuello, mandíbula o estómago, también falta de aire con o sin malestar en el pecho.
Como se puede evidenciar, las causas de estas enfermedades cardiovasculares, tienen un denominador común llamado alimentación saludable, ya que nos ayuda a mantener una salud estable. Por esto, se recomienda incluir alimentos que contengan macronutrientes y micronutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione de manera correcta.
La Fundación Colombiana de Corazón, promueve e incentiva los estilos de vida saludables que permitan a los individuos preservar la salud por más tiempo de vida. Dentro de estas acciones tendientes al cuidado del corazón como estilo de vida se encuentra la cultura de aprender a comer y alimentarse de forma adecuada mediante una alimentación sana y equilibrada. La carne de cerdo fresca colombiana obviamente está incluida dentro de esta alimentación, por su significativo aporte de nutrientes y macronutrientes, que combinada con vegetales y frutas, constituye un excelente plato dentro de la familia colombiana.
Gracias a los avances tecnológicos que fueron implementados durante los últimos 30 años en la industria porcina en Colombia, la carne de cerdo fresca colombiana de hoy contiene un bajo aporte de grasas saturadas o grasas “malas”, ya que el 90% de los cortes del cerdo son magros y semi magros, por tanto, permite cuidar de la salud de quienes la consumen, logrando protección cardiovascular, gracias a la presencia de ácidos grasos mono insaturados o grasas “buenas”.
Los ácidos grasos mono insaturados son varios, pero el más importante es el oleico (omega 9), el cual está presente en la carne de cerdo en un 42% de su grasa total. Según estudios este ácido contribuye a arrastrar las grasas “malas” que se adhieren a las paredes de las arterias, contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, minimiza el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, enfermedades articulares y facilita la utilización de la insulina por parte del organismo.
Estas grasas no saturadas contribuyen a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo y su bajo contenido de sal ayuda a mantener la tensión arterial estable; son ideales para incluir en una dieta equilibrada, cardiosaludable y con altos aportes de macronutrientes. Otro aspecto importante de la carne de cerdo es el bajo aporte de sodio y grandes componentes de potasio, lo que contribuye al mantenimiento de la presión arterial en cifras más normales.
Como consecuencia, desde el punto de vista nutricional, la carne de cerdo es uno de los alimentos más completos y favorables para ser incluido dentro de la dieta cardiosaludable, por su inocuidad, sabor y economía. Inclúyela dentro de tu menú dos o tres veces por semana, aprovechando sus componentes en vitaminas, proteínas y macronutrientes , además de su versatilidad en cortes y preparaciones.