Cómo hacer bondiola de cerdo al horno paso a paso

Corta la posta de cerdo a la mitad para obtener porciones más parejas y facilitar la cocción.
Adoba la bondiola con sal parrillera, pimienta, paprika y finas hierbas. Deja reposar al menos 30 minutos en refrigeración para que la carne absorba los sabores.

Luego, sella la bondiola en una sartén o plancha caliente por todos sus lados, de manera que se forme una capa dorada que conservará sus jugos durante el horneado.

Coloca las piezas sobre papel aluminio, engrasa ligeramente con aceite, envuelve bien y lleva al horno a 160 °C durante 2 horas.

Cómo lograr una bondiola jugosa y dorada

Una vez cumplido el tiempo de cocción, retira el aluminio y sube la temperatura del horno a 180 °C o 200 °C.
En este punto, puedes pincelar la carne con miel o tu salsa preferida (barbecue, mostaza y miel, naranja o vino tinto) para darle un acabado caramelizado y brillante.
Deja hornear por 10 a 15 minutos adicionales, hasta que la superficie esté bien dorada y crujiente.

Trucos para que la bondiola quede tierna por dentro

• Deja reposar la carne unos minutos antes de cortarla, para que conserve sus jugos.
• Si prefieres un sabor más ahumado, agrega un toque de comino o tomillo seco al adobo.
• Puedes sustituir la miel por melaza o panela disuelta para un glaseado más oscuro e intenso.
• Para un acabado gourmet, baña la bondiola con su propio jugo reducido antes de servir.

Cómo servir la bondiola de cerdo

Una vez lista, porciona la carne en lonjas de 100 g o en dos cortes delgados de 50 g cada uno.
Acompaña con papas rústicas, yuca al horno, arroz con coco o una ensalada fresca con vinagreta de mostaza y miel.

La bondiola de cerdo horneada es ideal para celebraciones, comidas familiares o eventos, ya que su textura suave, su sabor equilibrado y su presentación la convierten en un plato central que siempre sorprende.

Un clásico colombiano lleno de sabor

La bondiola de cerdo horneada demuestra la versatilidad del cerdo colombiano: carne tierna, jugosa, con aromas naturales y un sabor que se potencia con ingredientes sencillos.
Su cocción lenta permite conservar nutrientes, garantizar suavidad y lograr un resultado perfectamente dorado por fuera y tierno por dentro.