Cómo preparar codito de cerdo al horno
1. Preparar y condimentar los coditos
Salpimienta los coditos de cerdo al gusto por todos sus lados. Prepara una placa o bandeja apta para horno y rocíala con un poco de aceite vegetal. Sobre la base, forma una cama con la cebolla, la zanahoria y los dientes de ajo cortados en trozos grandes; estos vegetales aportarán sabor y ayudarán a mantener la carne jugosa durante la cocción.
Coloca los coditos sobre la cama de vegetales, asegurándote de que queden bien apoyados para que se doren de manera uniforme.
2. Hornear los coditos
Lleva la bandeja al horno precalentado entre 180 y 200 °C. Cocina durante aproximadamente una hora y treinta minutos, volteando los coditos a mitad de cocción y bañándolos con sus propios jugos si es necesario. El resultado debe ser una carne tierna por dentro y dorada por fuera.
3. Preparar las papas
Mientras los coditos se hornean, lava bien las papas y cocínalas en una olla con agua y un poco de sal hasta que estén blandas pero firmes. Escúrrelas y colócalas nuevamente en la olla o en un recipiente amplio. Agrega un poco más de sal y aceite, y agita suavemente con una pala de cocina durante un par de minutos para que se impregnen bien y queden ligeramente rústicas. Reserva.
4. Preparar la ensalada fresca
Corta la lechuga en trozos medianos. Rebana los palmitos y los pepinillos en tiras finas. Coloca todo en un recipiente y mezcla con hierbabuena picada, sal, pimienta, zumo de limón, una pizca de azúcar y un chorrito de aceite de oliva. Mezcla suavemente para integrar los sabores sin maltratar las hojas.
Cómo servir el codito de cerdo
Sirve los coditos de cerdo calientes, acompañados de las papas sazonadas y la ensalada fresca. Puedes añadir un poco de los jugos de cocción de la bandeja sobre la carne para intensificar el sabor.
Consejos para un mejor resultado
- Usa vegetales cortados en trozos grandes para evitar que se quemen durante la cocción larga.
- Si deseas una piel más crocante, sube la temperatura del horno los últimos 10 minutos.
- La ensalada fresca equilibra perfectamente la intensidad del cerdo al horno.