La gestación es un periodo de especial relevancia nutricional, debido a que la mujer debe atender tanto sus propias necesidades nutricionales como las del feto y las necesarias para la formación de las nuevas estructuras maternas implicadas en el mantenimiento del feto. Es por esta razón que la mujer embarazada necesita mayor cantidad de nutrientes y energía que la mujer no gestante. Por otro lado, la lactancia es otra etapa especial para la mujer, ya que para garantizar la producción de leche materna los requerimientos nutricionales deben ser superiores a los de la etapa de gestación, pues será́ el único alimento que recibirá él bebé durante los primeros meses de vida. En esta etapa, la mujer debe seguir una alimentación saludable con el fin de continuar con un estado nutricional adecuado para que se garantice una composición ideal de la leche materna.
Las deficiencias nutricionales antes de la gestación y durante la misma, impactan directamente el estado de salud de la madre y del bebe, incluso después del parto, esto junto al tipo de nutrición que lleva la mujer antes de la gestación, condiciona su propia fertilidad, el riesgo de sufrir un aborto o incluso que los hijos sufran alguna malformación. Por ejemplo, la carencia de ácido fólico antes de la concepción y durante las primeras semanas de gestación, incrementa el riesgo de malformación del bebe. Además, la carencia de vitaminas A, C, D, E B 12 o minerales como zinc, selenio, yodo, calcio y hierro, también pueden originar infertilidad.
“Es recomendable incluir carne de cerdo durante la nutrición ya que es fuente natural de vitaminas del complejo B como la vitamina B12 y minerales como zinc, calcio y hierro”
Durante la gestación ocurren en la mujer varios cambios fisiológicos, tanto anatómicos como estructurales para permitir el correcto desarrollo del feto, por eso, es de suma importancia conocer el estado nutricional de las madres antes y durante la gestación con el fin de garantizar que estos cambios ocurran. Los cambios más significativos son: Cambios en los genitales, en las mamas, en el sistema cardiocirculatorio, en la sangre, en la respiración, en el sistema urinario , digestivo, hormonales entre otros…
Teniendo de referencia las guías alimentarias basadas en alimentos para mujeres gestantes y madres en periodo de lactancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, se recomienda que las mujeres lleven un plan de alimentación que incluya alimentos frescos, variados y naturales, como lo dice “el plato saludable de la familia colombiana” que orienta a la población en general a elegir una alimentación variada, que involucre en cada tiempo de comida alimentos de todos los grupos o su mayoría, en cantidades o porciones adecuadas según la etapa del curso de vida.
Los alimentos representados en el “Plato saludable de la familia colombiana” invitan a comer más alimentos frescos, naturales y menos alimentos procesados industrialmente, ya que estos pueden contener azúcares, sodio y grasas añadidos, que los hacen poco saludables y no aportan los macronutrientes necesarios.
Adicionalmente, y con igual importancia, se recomienda consumir agua durante el día y compartir momentos en familia, especialmente durante los periodos de gestación, lactancia y dos primeros años de vida de los niños y niñas, ya que fortalece los lazos familiares y redes de apoyo, contribuyendo al bienestar del binomio madre e hijo (a).
La buena alimentación es importante desde el vientre materno hasta la vejez, ya que contribuye a la ingesta adecuada de macronutrientes y nutrientes para nuestras actividades diarias , el desarrollo de los niños, así como el bienestar físico y emocional; durante la gestación y el periodo de lactancia se debe mantener una alimentación fraccionada, lo cual significa distribuirla en 6 tiempos de comida: tres principales (desayuno, almuerzo y comida) y tres refrigerios que se pueden distribuir en la media mañana, en la tarde y una hora antes de ir a dormir.
De igual manera, se deben tener en cuenta las cantidades de las porciones y variedad de los alimentos de los diferentes grupos necesarios para cubrir las recomendaciones de ingesta de energía y nutrientes, todo esto, de acuerdo con el trimestre de gestación y la edad de la madre para seguir un plan de nutrición más acertado.
Durante la gestación y el periodo de lactancia se debe tener una alimentación que cumpla con las siguientes características:
- Inocua: que el alimento no se encuentre contaminado por alguna bacteria o sustancia química que pueda ocasionar daño o afectación en el bienestar o salud.
- Suficiente: que cubra las necesidades de energía, nutrientes, macronutrientes y micronutrientes de cada persona.
- Variada: que contenga alimentos diversos de los diferentes grupos.
- Equilibrada: que el aporte de nutrientes esté en las cantidades necesarias.
- Completa: que aporte todos los nutrientes.
- Adecuada: acorde a las situaciones políticas, sociales, económicas, sociológicas y culturales de las familias colombianas.
La carne de cerdo colombiana, es un alimento que cumple con todas las características de ser un alimento fresco, natural y libre de aditivos artificiales. Por otro lado, es un alimento que es sometido a varios controles de calidad para garantizar la inocuidad del mismo y hace parte del plato saludable dentro del grupo 4: carnes, huevos, leguminosas, frutos secos y semillas. Durante el proceso de nutrición y alimentación de las madres gestantes y lactantes se recomienda entre 2.5 a 3.5 intercambios diarios de carnes magra, un (1) intercambio de carne de cerdo equivale a 60 gr de este alimento.
La carne de cerdo hace parte del plato saludable por ser fuente de proteína de alto valor biológico, macronutrientes, micronutrientes y fuente natural de vitaminas como el ácido fólico, vitamina B12 ,minerales como el hierro, potasio, calcio y zinc; en cuanto a la proteína durante la gestación y el periodo de lactancia, según estudios epidemiológicos se aconseja una ingesta adicional de 1 g de proteína al día durante el primer trimestre de gestación, aumentando en el segundo trimestre a 9 g de proteína al día y en el tercer trimestre a unos 28 g de proteína al día. Es importante que sea de alto valor biológico.
En conclusión la gestación y lactancia son etapas muy importantes en la vida de la mujer, ya que involucra unos requerimientos específicos de nutrientes y de energía adaptados a las necesidades individuales. La alimentación de las mujeres durante estas etapas impacta el estado de salud del bebe durante toda su vida y algunos nutrientes como el calcio, hierro, ácido fólico, proteína de alto valor biológico, fibra y ácidos grasos insaturados son esenciales para el correcto desarrollo, crecimiento del feto y lactancia, por eso, deben incluirse en los planes de nutrición propuestos por profesionales.