Arroz de cerdo costeño
El arroz de cerdo costeño es un plato lleno de color, aroma y tradición. Su sabor combina la jugosidad del cerdo con el toque cítrico de la naranja y los vegetales frescos típicos del Caribe colombiano. Ideal para compartir en familia o disfrutar en un almuerzo especial.
- Adoba el cerdo.
Si la carne está congelada, descongélala por completo. En un recipiente mezcla el aceite de oliva con el zumo de naranja, sal, pimienta y ajo en polvo. Añade la bondiola cortada en trozos medianos y deja marinar durante 1 hora a temperatura ambiente para que absorba todos los sabores.
- Prepara el sofrito base. En una olla grande o caldero, agrega un chorrito de aceite de oliva y sofríe el tomate, la cebolla roja, la cebolla blanca y el achiote. Cocina a fuego medio durante unos minutos, hasta que las verduras estén suaves, fragantes y liberen sus jugos.
- Dora la carne. Incorpora la bondiola y la tocineta (o costillas, si usas esa opción) al sofrito. Aumenta el fuego y dora bien la carne durante 5 a 7 minutos, removiendo ocasionalmente para que quede sellada por todos lados.
- Agrega los líquidos y condimentos. Añade el litro de agua, la pasta de tomate, el vinagre blanco, una pizca de comino y ajusta la sal. Mezcla bien para integrar todos los ingredientes y deja que hierva suavemente durante unos minutos.
- Incorpora el arroz y los vegetales. Añade las 2 tazas de arroz junto con las habichuelas, las arvejas, las aceitunas y las alcaparras. Remueve para distribuir de manera uniforme. Cuando el agua empiece a hervir de nuevo, reduce el fuego a medio-bajo, tapa la olla y deja cocinar lentamente.
- Cocina hasta que el arroz esté suelto. Deja cocinar durante 25 a 30 minutos o hasta que el arroz esté tierno y los granos sueltos. Revisa de vez en cuando y, si es necesario, añade un poco más de agua caliente.
- Finaliza y sirve. Una vez listo, apaga el fuego y deja reposar el arroz tapado por unos 5 minutos para que tome mejor textura. Sirve caliente, acompañado de tajadas de plátano frito o trozos de aguacate.
Este plato no solo es delicioso, sino también una muestra de la riqueza gastronómica de Colombia: una receta sencilla que transforma ingredientes cotidianos en una experiencia llena de sabor y tradición.
Puedes elegir como acompañantes unos ricos plátanos fritos o trozos de aguacate. Su dulzura y frescura complementan a la perfección la intensidad del arroz con cerdo, haciendo de cada bocado una combinación irresistible que recuerda el calor y la hospitalidad de la cocina costeña.